
¿Qué aprendemos?
- Colaboración intrafamiliar
- Promueve la curiosidad y la investigación
- Fortalece nuestro sentido de la identidad
- Da nociones de tiempos e historia a los más pequeños
Edad Recomendada: Todas.
Materiales: Cartulina, fotos o impresiones, cola adhesiva, marcadores, crayones. .
Costo: Bajo.
Cuando quedé embarazada de Benjamín, nuestro segundo hijo, comencé a explorar de qué manera podía tratar este tema con Vera. Para ella, su mundo de hija única iba a cambiar por completo y quería demostrarle que sería para mejor. Por supuesto que podíamos conversarlo (que lo hicimos miles de veces) pero mi objetivo era encontrar una forma, a través del juego y el arte, para introducir la idea de una familia más numerosa.
Diseñar nuestro propio árbol genealógico fue la actividad ideal para hacerlo. Y finalmente superó mis expectativas. El resultado fue asombroso. Aprendimos no sólo sobre la relación de hermanos, sino muchísimo más. Se despertaron nuevos intereses sobre biología y genética jugando a encontrar parecidos. Sobre historia al entender el paso del tiempo. Hasta nos dió la oportunidad de tener conversaciones más filosóficas acerca de quienes ya no están y quiénes vendrán. En nuestro caso particular, al vivir lejos de nuestra familia, esta actividad tuvo además el valor agregado de hacernos sentir más cerca de todos ellos.